martes, 29 de septiembre de 2009

Alpi Bike. Crónica del viaje I. Llegar hasta Trieste.

El comienzo del comienzo. 

Todo recorrido en bici, que no comience en casa, tiene una etapa previa. Consiste en  llegar al punto de partida. No seria nada serio, salvo las propias incomodidades del viaje, a no ser por una compañera de viaje, la bicicleta. Esa compañía que va ha permitirte vivir momentos inolvidables recorriendo kilómetros y kilómetros con facilidad, en esta etapa, se convierte en una importante dificultad para la movilidad. Se convierte en un bulto dificil de transportar, pesado (cerca de 20 kilogramos), para el que hay poco sitio en el transporte público y que hay que tratar con delicadeza.

Después de todos los pasos previos al viaje, ya de por si complicados (buscar una idea, recopilar información, preparar el recorrido, decidirse a viajar y sacar el billete) el comienzo no es nada alentador. Además de llegar al aeropuerto a las 4:15 de la mañana, hay que desplazarse desde Venecia a Trieste. 

El Avión. Madrid Barajas-Venecia Marco Polo. 

El problema aeropuerto se resuelve con el ofrecimiento de un buen amigo para llevarme (Paco muchas gracias por evitarme un buen "marrón" y acompañarme hasta la una y media). Para evitar el madrugón nos acercamos la noche anterior sobre las 24:00, para esperar hasta la mañana la facturación (Vueling no permite facturar el día anterior y solo se puede hacer cuando abren a las 4:30) y el vuelo.

La elección de Venecia como primer destino no ha sido al azar. Para Venecia se pueden encontrar más vuelos económicos y se evita tener que hacer escalas. No hay vuelos directos y hay que hacer una escala en Roma o dos, Milán y Roma. Además puede ocurrir que el avión Roma-Trieste no tenga espacio y la bici vaya en otro vuelo (les pasó hace dos años a unos amigos). El resto del viaje se hará por tierra.

Guadarrama desde el avión

El mal momento que se pasa cuando abandonas la bici en la cinta transportadora de Barajas no es comparable con lo mal que se pasa esperando que aparezca en la cinta de Venecia. Primero hay que encontrar la cinta de equipajes grandes (cintas 4-5) y segundo esperar durante un buen rato hasta que llega. Afortunadamente, esta vez, aparece y no muestra señales evidentes de golpes. Después de 7 horas en el aeropuerto de Madrid y 2 horas y 20 minutos de vuelo me encuentro en Venecia. 

Autobús y Tren. Venecia Marco Polo-Mestre-Trieste. 

Desde el aeropuerto Marco Polo de Venecia hay un servicio de autobuses frecuente, cada 20 minutos, con la estación de trenes de Mestre. Hay dos compañías ACTV y ATVO. Yo fui con ATVO y el precio fue 3,00 €. El billete se puede sacar a la salida y la parada está justo en frente de la misma. Para evitar problemas me puse en contacto con ellos para confirmar la posibilidad de llevar la bici. Me informaron que es posible siempre que vaya embalada y en función de la afluencia de pasajeros. Finalmente no tuve ningún problema. El trayecto dura unos 40 minutos.

En Mestre se puede tomar un tren hasta Trieste. Para consultar información para transportar la bici en Trenitalia. In treno con la bici. Yo tome un Eurostar City. El precio fue de 15,50 € y el trayecto fura unas 2 horas. Igualmente no tuve ningún problema. 

En Trieste. 

Prueba superada. A las 14:00 me pongo a montar la bici, que esta en perfecto estado para llegar hasta el hostal. Para evitarme problemas unos 10 días antes he reservado la plaza. Desgraciadamente el Albergue Juvenil (Ostelo Tergeste) estaba cerrado y la otra opción económica (Hotel Alabarda) completo. Tengo sitio en Nuevo Albergo Centro y he realizado la reserva a través de Hotelsclub. No es barato 42 € (36 € + 4€ de la reserva y 2€ de gestión) pero esta bastante bien, en el centro de Trieste y no hay problema para guardar la bici. Dormiré en una habitación con 4 literas. Después de acomodarme y de una ducha reparadora, toca visita turística.

Plaza de la Unitá d´Italia

A pesar del cansancio del viaje la visita merece la pena. Comenzando en la zona moderna por la Plaza de la Unitá d´Italia, en con el Ayuntamiento y la Torre del Reloj, para subir por las callejuelas del casto antiguo. Podemos encontrar restos romanos (como el arco de Ricardo y el teatro romano), para después de ascender la colina del castillo, y llegar a la Basílica romana y la Catedral de San Justo. Cerca del puerto se encuentran la Basílica de Santa Maria Maggiore y la pequeña iglesia románica de San Silvestre. Un ejemplo del cruce de culturas es la sorprendente iglesia ortodoxa de San Spiridone. Un último vistazo a la puesta de sol en el Molo Audace, punto de inicio de la ruta, y a descansar.

La emoción por el inminente comienzo hará que me cueste coger el sueño pero al final el cansancio acumulado me acaba venciendo. Mañana será otro día. Ya en bicicleta.

Atardecer en el Molo Audace


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