lunes, 16 de agosto de 2010

De vuelta en Casa.

Lo que fue un sueño y un proyecto se ha convertido en realidad. El 31 de julio llegaba a Muxía después de un largo viaje que me ha llevado desde Roma hasta Santiago, y pasando por Faro de Fisterra, hasta el Santuario de Nuestra Señora da Barca.


Han sido 50 días de pedaleo y cerca de 3.300 kilómetros. Tres países: Francia, Italia y España. Varios Caminos de Santiago: Vía Francigena, Vía Domitia, Camino de Arles-Vía Tolosana, Camino Aragonés, Camino Francés y Camino Fisterra-Muxía. Grandes montañas: Apeninos, Alpes y Pirineos. Muchos paisajes: las onduladas colinas de la Toscana cubiertas de cereales y moteadas por estilizados cipreses, densos bosques de robles y hayas en los Apeninos, extensiones interminables de arrozales en la llanura del Po, grandes montañas aun nevadas en los Alpes, campos de lavanda intercalados con olivos y vides en la Provenza, monasterios en lugares perdidos en el Languedoc, miles de girasoles llegando a los Pirineos, anchos campos de Castilla, pequeñas aldeas Gallegas y el mar de la Costa da Morte. 

Y sobretodo personas, gente buena que sin pedir nada a cambio te ofrece conversación, ayuda y acogida. Momentos en los que el espíritu del camino vuelve a brillar en estos tiempos difíciles y sin los cuales no me hubiera sido posible llegar hasta el final de mi viaje.


Quedan los recuerdos y sensaciones que me acompañarán para siempre.

2 comentarios:

  1. Segun he leido tu aventura acrecentaba mi envidia. Ojalá pueda hacer, algun dia, una ruta como esta.
    Enhorabuena!!

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  2. Sólo hay que tomar la decisión, porque las sensaciones que experimentes ya nadie te las podrá quitar

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