domingo, 6 de noviembre de 2011

Travesía de los Alpes 23. Refugio Allavena-Ventimiglia

Por la Vía de la Cresta, de los Alpes Ligures al Mediterráneo. Pietraviecchia y Toragio.

Fecha: 19/08/2011.
Dist.: 52,46 Km.; Asc.: 613 m.; T. Tot.: 8:45; T. Mov.: 6:15.
Alt. Max.: 1.920 m.; V. Med. Mov.: 9,8 Km/h; IBP.: 53BB.
H. Salida: 8:03; H. Llegada: 16:48.
Asfalto: 37 %; Pista: 41 %.; Caminos: 22 %. Ciclabilidad: 83 % (8,7 km) 
Cartografía: 14 San Remo Imperia.

Descripción.

Ya en la Liguria, continuamos por la cresta fronteriza entre Francia (Haute Roya) e Italia (Valle Nervia) siguiendo la Alta Vía dei Monti Ligure, para descender por el Valle Nervia hasta Ventimiglia a orillas del Mediterráneo, fin de nuestra travesía. Desde el Refugio Allavena, remontamos hasta la cresta para bordear por su vertiente francesa el Monte Pietravecchia y el Monte Toraggio, dejándola junto al Passo Muratone siguiendo una variante de la Alta Vía que pasa por la Gola de Gouta y el Valle Barbaira. Siguiendo de nuevo la Alta Vía dei Mont Liguire, llegamos a Ventimiglia por la cuerda que separa los Valles Roia y Nervia.

Etapa asequible, con sólo 600 metros de ascenso ya que gran parte de la misma es en descenso, aunque un poco larga con sus 52 kilómetros. La mayor dificultad es el largo tramo de sendero de montaña, casi 9 kilómetros, bordeando Monte Pietravecchia y Monte Toraggio (entre Bassa Vallette y el Passo Muratone) que habrá que hacer en su mayor parte empujando la bici (más por precaución que por la ciclabilidad). El otro gran inconveniente, igual que ayer, es el firme realmente infame que hay que sufrir en las pistas que recorremos. Los últimos 15 kilómetros hasta Ventimiglia se hacen por carreteras locales sin tráfico, salvo el tramo final llegando a Ventimiglia, que sigue por sendero muy difícil la Alta Vía.

El itinerario coincide parcialmente con la etapa Monesi di Triora-Gouta (37 km.; +1.350 m.; -1.450 m.; 10´; 0 km.), desde el Passo Valletta, e íntegramente con la etapa Gouta-Ventimiglia (33 km.; +250 m.; -1.450 m; 0´; 10 km.).
Posibles Variantes:
- Desde el Passo Muratone se puede continuar por la cresta fronteriza pasando por el Monte Simonasso y Testa d´Alpe, recuperando el itinerario principal en Colla Sgora. Sigue el itinerario BTT Vía di Cresta, realizado durante mi viaje de la Alpi Bike.
- Desde La Colla podemos seguir el itinerario BTT Vía de Cresta hasta Ventimiglia.
- Si se quiere evitar el sendero de descenso a Ventimiglia, en Ciaxe se puede continuar por carretera entrando a Ventimiglia por Roverino. Realizado durante mi viaje de la Alpi Bike. 

Travesía de los Alpes 23. Refugio Allavena-Ventimiglia at EveryTrail

Perfil.


Crónica. 

Último día para llegar a nuestro destino a orillas del Mediterráneo. Con la mezcla de sentimientos que siento en todos los viajes. De alegría, por el objetivo cumplido, y tristeza, por terminar la aventura. Día fácil y tranquilo, por terreno conocido y gran parte cuesta abajo, pero no exento de dificultades, con el largo tramo de sendero por los Montes Pietravecchia y Toragio. Nada comparado con la vez anterior, en la que iba un poco “cagado” (en la guía lo describía como sendero difícil y tramos equipados con una cadena, me planteé en algunos momentos no hacerlo), ahora con la experiencia me lo tomo como el premio final de la travesía, con el deseo de disfrutarlo a tope. Me tomo con “resignación cristiana” el firme de las pistas italianas bajando a Ventimiglia, un auténtico pedregal insufrible.

Mi plan es seguir fielmente la ruta que realicé con la Alpi Bike, que coincide en su mayoría con la Vía di Cresta, salvo dos tramos: en lugar de subir a Testa d´Alpe pasar por Gola di Gouta (itinerario descrito en la guía, en la Alpi Bike era una posible variante) que reduce el desnivel acumulado, con la esperanza de que el firme de las pistas no sea muy malo; y llegando a Ventimiglia evitar la carretera por Roverino para llegar a Ventimiglia siguiendo la Alta Vía dei Monti Ligure. Una vez en Ventimiglia ya decidiré si me quedo a pasar la noche o marcho a Niza, desde donde volveré a Madrid.

El día ha amanecido esplendido, así que con buen ánimo me pongo a pedalear cuesta arriba ya desde el Refugio Allavena, en casi el único ascenso del día. Corresponde al trámite que tenemos que afrontar para retornar a la cuerda que abandonamos ayer en la Bassa della Valletta (4,5 Km.y 220 m. de ascenso). Me resulta mucho más fácil y cómodo de lo que había pensado, después del descenso de ayer.

Superado el Passo della Valletta, conectamos de nuevo con la Alta Vía dei Monti Liguri que dejamos ayer para bajar al refugio. Seguiremos un pequeño sendero de montaña que bordea por la vertiente francesa los Montes Pietraviecchia y Toraggio colgado sobre el Vallon de la Bendola. La senda muy estrecha, y por momentos difícil por lo pedregosa, puede decirse que cuenta con “algunos” tramos ciclables, si no fuera por el precipicio que queda a nuestra derecha. Impresionado “patio”, en previsión de males mayores me decido a hacer todo este tramo empujando la bici y poder disfrutar del paisaje.

Sendero bordeando Monte Pietraviecchia

En uno de los pasajes más impresionantes de toda la travesía, al superar el pequeño Col de Girenze bajo el Monte Pietraviecchia, aparece ante nosotros la imponente figura del Monte Toraggio, bajo la que se encuentra la brecha de Gola dell´Incisa hacia la que nos dirigimos. Si no hubiera pasado ya una vez, no me imaginaría por dónde demonios va el camino, que cruza sin perder altura por su cara oeste.

Golla dell´Incisa y Monte Toraggio desde Col de Girenze

A nuestra espalda aparece el Monte Pietraviecchia bajo el que acabamos de pasar. Para recorrer estos poco más 4 kilómetros, a pie empujando la bici, invertiré aproximadamente una hora. Pero la espectacularidad del itinerario, las impresionantes paredes de las dos cumbres, los profundos valles que descienden a nuestra derecha, y de las lejanas cumbres del Parc National Mercantour merecen la pena.

Col de Girenze y Monte Toraggio

Tras rodear el Monte Toraggio llegamos a un pequeño collado, Passo di Fonte Dragurina, donde volvemos a cambiar a la vertiente italiana, terminando por el momento nuestro paseo por el vacío. Llega uno de los momentos mágicos de nuestra travesía. Desde las alturas podemos contemplar por fin, tras las últimas estribaciones de los Alpes Ligures y el serpenteante Valle Nervia, el azul Mediterráneo.

Vallecrosia desde el Passo di Fonte Dragurina

Aprovechando el hombro herboso que desciende por la cara sur del Monte Toraggio, el sendero pierde altura mediante una serie de zetas. Liberado de la presión del amenazador “patio”, por momentos puedo volver a pedalear, aunque algunos escalones y tramos con mucha piedra me harán volver a echar el pie a tierra. Los más habilidosos y técnicos pueden hacer gran parte sobre la bici, disfrutando de un descenso trialero sobre un impresionante panorama de valles y montañas.

Valle Nervia desde el Monte Toraggio

Queda por superar el último de tramo difícil del día hasta el Colle del Corvo. El sendero escavado en la roca cruza, con tramos equipados con un cable, por la cabecera del Vallone del Corvo hasta el pequeño collado. No hay por qué preocuparse ya que es lo suficientemente ancho para pasar con comodidad, y la sensación de vacío es menor que en el tramo anterior. Es más si no fuera por el firme pedregoso y mi extremada precaución podría decirse que se puede hacer sobre la bici.

Sendero llegando al Colle del Corvo

Nos queda todavía un pequeño tramo por sendero, para salir a la pista en descenso que pasando por el Refugio Muratone (cerrado hay un teléfono para solicitar las llaves) nos lleva al Passo Muratone. A nuestra espalda queda el Monte Toraggio y el impresionante sendero que hemos recorrido hasta el Colle del Corvo. Han sido aproximadamente dos horas y media a pie para los 8,8 kilómetros para recorrer el sendero desde el Passo della Valleta. Muchos beteteros puristas (aquellos a los que les da sarpullido echar pie a tierra) podrán pensar que es una verdadera “putada” y que no merece la pena, pero en mi opinión es un pequeño peaje que se ha de pagar para disfrutar de la verdadera esencia de la Travesía de los Alpes.

Colle del Corvo y Monte Toraggio

Del Colle Sacarassan, a aproximadamente un kilómetro del Passo Muratone, parte la posible variante que siguiendo la Alta Vía dei Monti Ligure y la Via di Cresta recorre la cuerda que separa Francia e Italia. Aunque no es mucho más larga, sí es considerablemente más dura, ya que acumula unos 500 metros de desnivel (con mucho sube y baja hasta llegar a la Testa d´Alpe), y algún tramo de sendero trialero bajando a Colla Sgora). Hace dos años, durante la Alpi Bike, es el itinerario que seguí y me pareció bastante más exigente. En esta ocasión me decido a continuar por el itinerario descrito en la guía, siguiendo una variante de la Alta Vía dei Monti Ligure que pasa por Gola di Gouta (aprovechando el Albergo-Ristorante Gola di Gouta que podemos encontrar allí).

En el collado de Gola di Gouta la pista desemboca en la carretera SP 69 por la que descendemos hasta la Margheria dei Bosci, donde para nuestra desgracia termina este corto tramo de asfalto. Vamos a continuar por la misma “carretera”, si se puede llamar así, ya sin asfaltar con un firme pedregoso infame, suponiendo una verdadera tortura el avanzar por ella. Será nuestra referencia hasta que cerca de Pozzuolo finalice el martirio, saliendo de nuevo al asfalto. Los peores tramos los encontraremos al principio (entre Margheria dei Bosci y Fonte Susena) y hacia el final (junto al Monte Abelio, entre Colle Sgora y Pozzuolo).

Valle Barbaria. Al fondo Monte Abelio

A media ladera, entre bosques y sin perder altura, recorremos el Alto Valle de Barbaria, bajo las cumbres (Monte Simonasso y Testa d´Alpe) que forman la cuerda que sirve de frontera entre Francia e Italia, dejando atrás Pietravecchia y el Monte Toraggio.

Pietravecchia y Toraggio desde el Valle de Barbaria

Cerca de Fonte Susena (donde se encuentra el cerrado Refugio Pau) el firme mejora, uno de los pocos lugares, llegando más cómodamente hasta la Colla de Sgora, donde recuperamos la Alta Vía dei Monti Ligure. Aquí nos separamos definitivamente de la frontera franco-italiana, para en descenso seguir la cuerda que separa los valles Nervia y Roia, bordeando los Montes Abellio, por la que llegaremos hasta Ventimiglia.

Valle Nervia y Monte Abellio

Hasta salir de nuevo al asfalto cerca de Pozzuolo, se encuentra uno de los trozos de pista peores de toda la travesía. He pedaleado por senderos más cómodos y fáciles que esta pista. Después de esto el concepto “pista mala” toma un nuevo sentido para mí.

Poco a poco el paisaje ha ido cambiando, de los robledales hemos pasado a los encinares más mediterráneos y también empezamos a encontrar cultivos de olivos y vides. Comienzo a sufrir, después de disfrutar del aire fresco de las zonas altas, el intenso calor, mayor que el habitual, motivado por una ola de fuerte calor que azota Italia (ayer vi en la televisión que desde África está penetrando una masa de aire caliente).

Dolceacqua

Siempre por la SP 69, a la altura de Dolceacqua que queda abajo en el fondo del Valle Nervia, llegamos a un cruce de carreteras en La Colla. Aquí dejamos la señalización de la Vía di Cresta y la Alta Vía dei Monti Lugure para continuar por pequeñas carreteras locales sin tráfico llevan hasta San Giacomo. Si queremos evitar el último tramo de sendero inciclable que desciende a Ventimiglia, podemos tomar un desvío en Ciaixe, bajando al Valle de Roia por la carretera SP 71 y entrar en Ventimiglia por Roverinno.

Vallecrosia. Desembocadura del río Nervia

Poco antes de llegar a San Giacomo, abandonamos la carretera SP 69 que baja a Camporrosso en el Valle Nervia, tomando un carril/sendero con el que recuperamos al Alta Vía dei Monti Ligure (yo me pasé en un primer momento) que cruza unas urbanizaciones y termina junto al Colle Sbarga. Sólo nos queda descender por un pedregoso sendero (tramos inciclables) hasta Ventimiglia.

Bajando a Ventimiglia por la Alta Vía

Nada más entrar en Ventimiglia, cruzamos sobre las vías de tren y acabamos en la calle principal, la vía Cavour, de la ciudad nueva. La ciudad vieja queda al otro lado del río Roia subida en un cerro. Cumpliendo la tradición termino mi viaje a orillas del Mediterráneo, muy cerca de la desembocadura del río Roia (en el mismo lugar donde terminé mi anterior travesía).

Ventimiglia

Después de la tranquilidad y belleza que he disfrutado a lo largo de todo el recorrido llegar a una gran ciudad en plena temporada alta de turismo playero, a lo que hay que añadir un calor sofocante, es un verdadero shock.

Abrumado por el lugar, entristecido por el final de la aventura y con la pesada losa de la larga vuelta a casa, la felicidad del momento dura sólo unos instantes. Quedan cada uno de los bellos momentos vividos hasta aquí. El objetivo no era llegar, sino disfrutar del viaje. Y así ha sido.

Final de la travesía

Alojamiento: Ninguno. Habiendo visitado ya Ventimiglia (merece mucho la pena un paseo tranquilo por la ciudad vieja) y con la experiencia de hace dos años de no encontrar alojamiento (en temporada alta los precios son muy altos y encontré todos los alojamientos económicos completos, por lo que terminé durmiendo en el camping), después de comer algo tomo un tren con destino Niza, donde probar suerte (hay un par de albergues juveniles). 

Otros alojamientos:

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